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lunes, 22 de diciembre de 2008

Stroncone, el rapsoda del delirio

Quando le foglie degli alberi cadano,
quando nient’altro abbia senso,
io sarò lì in eterno,
nascosto nel sole.


Así comienza el libro de poemas “Il Giardino della Musica” (1903) del excéntrico Nettuno Latina, quien pasaría a la historia bajo el adecuado seudónimo de Stroncone. Alguien dijo que si Stroncone hubiera nacido medio siglo más tarde de su verdadera fecha de nacimiento (21 de julio de 1885) sin duda se habría convertido en una estrella de rock psicodélico. Lo cierto es que se cuenta entre las principales influencias de los artistas del Summer of Love, como lo afirmó numerosas veces Bob Dylan. Jim Morrison, John Lennon, Patti Smith y Kurt Cobain también lo consideraron una figura de referencia.
Acaso la existencia de Stroncone quedó signada por la incomprensión de su genio por parte de la sociedad burguesa que lo vio crecer. Se cuenta que en su infancia era un niño retraído y delicado. Mientras que en su adolescencia, fue más bien endeble y de tendencias misantrópicas. En su corta vida, jamás conoció el amor de una mujer siendo justo merecedor del peyorativo epíteto italiano “finocchio”.
Su poesía altamente crítica presenta influencias de Charles Baudelaire, Edgar Poe, François Villon y Arthur Rimbaud. Siendo éste último una figura amada y odiada por Stroncone, al considerarse eclipsado por el genio lírico-simbólico del poeta francés. Sin embargo, actualmente se considera a Stroncone un artista que superó las limitaciones expresivas de sus antecesores logrando la perfección formal absoluta. El siguiente poema de su primer libro “Il Leone e la Spinetta” (1901) atestigua el potencial creativo del talentoso italiano.

Gange
Vieni a bussare alla mia porta, oh orologio.
Vieni e soffia la mia sabbia un’altra volta.
Ed ora che il fiume azzurro si è dondolato per la tua pelle.
È allora il momento di girovagare
fino a perdere, fino a perdere la sensazione.

E così dopo amare ...

Vieni e accendi il mio testo, oh libro.

Vieni e cambia la mia preghiera e addormentati.
Ed ora che il fiume azzurro si è dondolato per la tua pelle.

È allora il momento di girovagare
fino a perdere, fino a perdere la sensazione.
E così dopo amare ...

Vieni e sali il mio corpo, oh bovino.

Vieni e mangia nella mia schiena e pioverà.
Ed ora che il fiume azzurro si è dondolato per la tua dolce pelle.

È allora il momento di girovagare
fino a perdere, fino a perdere la sensazione.
E così dopo amare ...

Otros libros del excelso vate milanés son: “Il Ghiaccio e il Fiore” (1902), “Di Tempo e Sabbia” (1904), “Il Castello di Vetro” (1904), “Nuvole di Pianto” (1911) que contiene el famoso poema “Sono il Tricheco”, “Lingua Rancida” (1912) y “La Fiamma Effimera” (póstumo 1916).
Stroncone falleció el 15 de diciembre de 1912 a causa de una tuberculosis agravada por el consumo excesivo y simultáneo de láudano y brócoli. A su sepelio asistieron sus amigos Paul Valéry, Jean Durand, Claude Debussy, Louis Vonlouis y Pierre Lépuc, con quien se dice que el poeta mantuvo frecuentes relaciones sentimentales en el período de 1904 a 1911.
Como epitafio eligió la frase más conocida de su último libro:

“Cosa è la morte? La morte è come le goccie d’aqua in un mare di latte, come la gomapiuma in aprile ed un libro senza aprire in inverno.”

Así lo recordaremos...

Imagen: “Stroncone a los 25 años”. Fotografía de Nadar (Gaspard-Félix Tournachon). 1910.

viernes, 31 de octubre de 2008

Joaquín Esteban de la Fuente, orgullo de las letras españolas

La poesía clásica española se ha caracterizado por la presencia de grandes figuras, entre las cuales resaltan nombres como los de Quevedo, Góngora, Ordoñez y Garcilaso. Sin embargo, conviene recordar que todos estos poetas, pese a sus diferentes orientaciones, abrevaron en una fuente común, a saber, en el gran poeta catalán don José Joaquín María Esteban Antonio De la Fuente y Mallea (mejor conocido como Joaquín Esteban De la Fuente).De la Fuente nació en la ciudad de Almudena, en el año 1538, y comenzó a componer versos a muy temprana edad. Se cuenta que a los ocho años tenía en su haber una notable cantidad de sonetos y tercetos, dedicados a las numerosas mujeres de su vecindad, hacia las cuales se sentía prematuramente atraído. Tal precocidad, en las letras y en el amor, le valió severas reprimendas: su padre, quien lo había destinado para el sacerdocio, hizo todo lo posible por apartarlo de sus inclinaciones mundanas, pero el joven Joaquín Esteban demostró haber nacido con muy diferentes talentos. Al respecto basta recordar uno de sus más famosos versos, en que da cuenta de tales contrariedades:

“Siendo tan sólo un mocito
Afición a las mujeres,
naciome, y gusto del vino,
La poesía y los placeres.

Mi buen padre destinome
para asuntos más divinos:
él me quiso sacerdote,
fue muy otro mi camino.”

Joaquín Esteban perseveró en su vocación, alzándose en desafío, no sólo contra la voz autoritaria de su padre, sino contra la de la sociedad de su tiempo. Sus extravagantes costumbres le ganaron la fama de inmoral y disipado. Su interés por la astrología y la alquimia lo llevó a trabar contacto con grupos ocultistas, entre ellos los de la llamada “Escuela de Chelmsford”, a la que se refiere en un célebre poema, en que ensalza el espíritu dionisiaco de la misma:

“En la mesa de Anaraudio*
Abundan ricos manjares
De Circe, que con probarlos
hacen de hombres animales.”
*Latinización del nombre Anarawd.

Cuando tuvo edad suficiente, el joven poeta se trasladó a Madrid, donde hizo carrera como juglar ambulante, presentándose en la corte de Carlos V, y ganándose el favor del rey, quien en una ocasión lo describió como “la voz más elocuente de nuestro siglo”. Tenía entonces sólo veinte años. Cuando, en 1561 murió su padre, De la Fuente heredó una basta fortuna que le permitió vivir con holganza. De esta época datan sus mejores obras: “Elegías Españolas”, “Sonetos a Maribela”, y “Églogas Castellanas”, además de su altamente exitosa obra de teatro “El Cómico de la Aldea”, que aún suele representarse regularmente. Fue también por esta época que comenzó su romance con Doña Inés ("Maribela" en sus poesías), esposa de su protector, el Duque Pedro De Ciencasas, y que murió en 1563, dejando un profundo vacío en el corazón del poeta. Sabido es que De la Fuente participó en la batalla de Vallaespina, en 1566, donde luchó valientemente contra los ejércitos franceses, resultando herido en el rostro de un bayonetazo, y perdiendo el ojo izquierdo. Buscando recuperarse, se trasladó a su ciudad natal, donde, aquejado por la gangrena, murió al año siguiente, dejando una enorme cantidad de obras inconclusas y poemas cortos, que fueron recopilados y publicados póstumamente por su amigo Fernando De la Cruz. Si bien la influencia de De la Fuente en la literatura hispánica ha sido ampliamente discutida en innumerable cantidad de ensayos, pertenecientes a las plumas más conspicuas de nuestra nación, entre otras la de don Miguel de Unamuno, quien dedicó un capítulo entero de su libro “Del Sentimiento Trágico de la Vida” al análisis de la obra del poeta, considero aún así que vale la pena resaltar que De la Fuente tiene en su honor el haber creado una lírica plástica y expresiva, al tiempo que notablemente pulida, que marcó el camino de toda la poesía hispánica posterior, hasta los tiempos de Machado y Lorca. Basta con recordar lo que Cervantes dijo de él: “en verdad que [De la Fuente] merece ser tenido por el santo patrono de las letras españolas”. Lope De Vega opinó que “fue él quien hizo de la lengua española una lengua poética”. Transcribimos a continuación uno de sus poemas más famosos para que pueda mejor apreciarse la naturaleza ambigua y dulcemente sugestiva de su genio.

Canto del Buen Amor
Buenas serán las mañanas
En que te tenga a mi lado,
Sobre la cama tendida
O junto al más bello lago.
Entonces tendré la alegría
Nunca antes sospechada,
Entonces, sabré que la vida,
Llegado ha a mi ventana.
Amor, dicen, es un niño
Necio, ciego y malicioso,
Osado, cruel, traicionero;
Juzgan así los más doctos,
Usando de vana ciencia,
Grande, en verdad, es su engaño,
Olvidan que los poetas,
Saben que un Eros más dulce
Obra de otras maneras,
Y habla con voces distintas,
Voces un tanto más tiernas,
Elige bien a sus blancos
Luego hiere con certeza
Llenando de amor los pechos
Uniendo el macho a su hembra,
Dando alegría a los hombres,
Olvido para sus penas;
Dicen, quienes lo conocen,
En verdad que son los menos:
Tiene la piel como mármol,
Un fino y rubio cabello,
Vuela con alas de ángel,
Igual a cómo lo sueñan
En sus noches las damitas,
Jamás se presta a querellas,
Antes gusta en armonía,
Pasarse, leves, las horas,
Unciendo bajo su yugo
Todas las almas que adora
Antes que arribe la aurora.


Imagen: “Retrato de Joaquín Esteban De la Fuente”. Pintura de Valeriano De la Fuente. 1567.

sábado, 26 de julio de 2008

Preguntas Frecuentes acerca de Vanguardia Metafísica

He recibido en los últimos días innumerables mensajes de felicitación, a causa de este Blog en que me he propuesto develar los misterios de aquel apasionante campo del saber, denominado Vanguardia Metafísica. Citaré uno de esos mensajes, el cual me ha llenado de orgullo y satisfacción. Pertenece a mi entrañable colega y amigo, el licenciado José Antonio Rojas del Castillo y Lucernas:
"Estimado doctor Fortuñón: Salud. Es usted un adalid de la cultura, plenamente decidido a llamar la atención sobre el trabajo, tanto tiempo ignorado, de grandes pensadores como lo fueron William Anarwd Cadell, Thomas Seisyllwg y Émile De La Chatouiller. Dios lo bendiga por eso. Fue un poeta francés, Pierre Lépuc, quien dejó grabadas en nuestra historia aquellas inmortales palabras: "Quien trae a la luz aquello que fue oculto, se gana un lugar en la corte de los ángeles". A usted corresponde tal honor, pues es a causa de su magnánimo esfuerzos, que hoy nosotros podemos iluminarnos con aquel saber tan precioso que es la Vanguardia Metafísica…"
El mensaje continúa con iguales tonos de afecto y de reconocimiento. Mas llegando al final, el ilustre Licenciado me dirige una pregunta, que considero de suma importancia:
"...¿y dónde –interroga- podremos nosotros, hombres españoles deseosos de aprender cuanto debe ser sabido sobre Vanguardia Metafísica, dirigirnos en busca de tal conocimiento?..."

A usted, querido Licenciado, y a todos cuantos posee la misma inquietud, procedo a darles la información de que dispongo: Recomiendo encarecidamente a los docentes universitarios deseosos de adentrarse en la materia, que se acerquen al "Comité Universitario de Ligas Ocultistas", federación inter-universitaria de docentes por la promoción de la Vanguardia Metafísica y de las ciencias ocultas. Asimismo a los jóvenes insto a que se informen sobre la "Peña de Estudiantes para la Difusión del Ocultismo", agrupación de estudiantes de la universidad de Almudena, de orientación delachatouilleriana, dedicada a la difusión del ocultismo como alternativa político-moral. En cuanto al material bibliográfico, recomiendo a todos aquellos que estén dando sus primeros pasos en Vanguardia Metafísica, que lean mi obra "Vanguardia Metafísica para Principiantes" (McGraw-Hill, 1988), o que consigan las excelentes traducciones de las obras de Émile De La Chatouiller, y de otros autores vanguardimetafísicos, editadas por "Editorial de Reportajes, Ensayos, Crónicas, Tratados y Opúsculos". Por último, tengo el agrado de informar a aquellos a quienes les interese, que el próximo 16 de Septiembre, y por segundo año consecutivo, tendrá lugar la vigésimo segunda "Asamblea Nacional Ocultista", a celebrarse en la ciudad de Barcelona. Este año se dictarán importantes conferencias, entre ellas "El futuro de la Vanguardia Metafísica" a cargo del profesor Teodoro Pomato, "El Ocultismo Inca" a cargo de la bellísima doctora Dorothea Blume, y "Vanguardia Metafísica y Terrorismo en España", a cargo del renombrado autor y celebérrimo criminalista Cecilio Cienmanos, quien asimismo dirigirá un taller-debate explicativo sobre el grupo guerrillero "Vanguardimetafísicos Españoles Realistas Guerreros Armados".

Imagen: Dorothea Blume y Ximeno Fortuñón en la Vigésimo Primera Asamblea Nacional Ocultista.