domingo, 7 de septiembre de 2008

Nicol Édouard Formier, matemático apasionado

Hasta ahora hemos hablado de la influencia de la vanguardia metafísica en arte y letras. Creo que es menester analizar cómo la Vanguardia Metafísica inspiró e influyó a generaciones enteras de notables hombres de ciencia. Entre ellos, Nicol Édouard Formier representa tal vez el caso más notable.

La vida de Nicol Édouard Formier comenzó abruptamente, con su nacimiento el 23 de febrero de 1802. Siendo el único hijo de Joseph Formier y Virginie Caprice, desde pequeño, Formier pudo ser educado en las más diversas áreas del conocimiento como griego antiguo, latín, pintura y música. El niño demostró ser apto en todas ellas, pero sólo una disciplina logró apasionarlo más allá de lo normal: La matemática. Ya desde su temprana lectura de la obra de Anarawd Cadell, Principia Mathematica, el precoz niño tomó la firme decisión de dedicar su vida al algebra y a la aritmética, como puede colegirse de los numerosos extractos de su diario.

Guiado por esta ambición, se entregó al estudio de las obras de los matemáticos más eminentes. A los 13 años fue admitido en el École Polytechnique. Allí conoció a Émile Clapeyron, uno de los fundadores de la termodinámica, y Auguste Croyeaux (físico no tan exitoso como Clapeyron). El joven Formier fue alumno de grandes maestros de renombre mundial como Joseph-Louis Gay-Lussac, Jean-Baptiste Biot y Étienne-Louis Malus. En su decimocuarto cumpleaños, su padre le regaló Introductio in Analysis Infinitorum y Vollständige Anleitung zur Álgebra; dos de las obras más importantes del celebérrimo matemático suizo Leonhard Euler, las cuales lo influenciaron notablemente. Durante los tres siguientes años, Formier desarrollaría todo su aporte a la matemática. Debido a jaquecas cada vez más intensas y prolongadas, el joven debió ausentarse del École Polytechnique de manera definitiva, debiendo permanecer en su mansión de Rue de la Mouette. Allí fue donde entró en contacto con los integrantes de la Escuela de Chelmsford, misteriosa secta vanguardimetafísica de la que presumiblemente formó parte, al tiempo que trabajaba en su sorprendentemente original Analyse Complexe. Fue también allí donde conocería a la única mujer que amó en su vida: Collette Cocotte, una ayudante de jardinero adolescente de figura esbelta y cabellera dorada. El diario personal que Formier mantuvo durante los últimos años de su vida es la fuente más confiable a la hora de conocer sus sentimientos más íntimos. En uno de sus extractos más emotivos y conmovedores se lee:

“¡Ah, Collette! Collette es, sin duda… Collette es… Collette es… me gusta. Y mucho.”

En sus manuscritos, perdidos entre igualdades y gráficas de funciones, pueden apreciarse los miles de corazones con el nombre Collette escritos en el interior de cada uno de ellos. Pero Formier no tardó en probar la amarga hiel del desengaño, al descubrir que la señorita Cocotte, a quien amaba tiernamente, se encontraba prometida al exitoso médico cuadragenario Jacques Poulliére. Desde el momento en que lo supo, a sus 16 años, Formier juntó coraje y se propuso retar a duelo a Poulliére, esperando obtener así el derecho a pedir la mano de Collette Cocotte. Y fue así como al atardecer del día 17 de mayo de 1818, el médico y el matemático se batieron a muerte por el amor de una joven ayudante de jardinero. Formier recibió 23 disparos en el abdomen y falleció esa misma noche, tras una intensa agonía.

Y fue de esa manera que una de las mentes más brillantes de toda Francia se perdía para siempre a la vez que su prolífica producción matemática en el campo del Análisis de Variable Compleja era heredada por las siguientes generaciones. Hoy en día, Formier es mundialmente reconocido como uno de los más brillantes matemáticos del siglo XIX. El asteroide PK1473 fue rebautizado en su honor.

Imagen: “Nicol Édouard Formier a los 16 años”. Jean-Baptiste Corot. 1818.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bravísimo, cuanta cantidad de datos útiles, valiosos, imprescindibles para el estudio de los grandes misterios existenciales. Continué doctor, continúe brindándonos más información, más, más, más, MÁS, MÁS,MÁSSSSSSSSS...AHHHHHHHHHHHH!!!
Ximeno, te amo!